su simiente ; la simiente de Dios; es decir, la nueva naturaleza moral que ha recibido de Dios y que es mantenida en su corazón por la morada del Espíritu Santo.

Él no puede pecar ; no por falta de poder, sino de disposición; no desea ni consiente en vivir en pecado. La razón es que ama las cosas que agradan a Dios y odia las que le desagradan.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento