A Dios solo sabio ; el autor de toda verdadera sabiduría, especialmente aquella maravillosa muestra que se hace en el evangelio. Como Dios es autor de todo bien, y todas nuestras misericordias vienen por medio de Cristo, debemos estar dispuestos, por todas las bendiciones que recibimos, especialmente por el evangelio y la esperanza del cielo, a rendirle, por medio de Jesucristo, gloria y honor, acción de gracias y alabanza por los siglos de los siglos. Amén.

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