Esto dijeron, tentándolo, etc.La razón por la que fundamentaron su insidiosa intención fue que si él hubiera declarado en contra de lapidar a los adúlteros, ciertamente lo habrían presentado ante el pueblo, como contradiciendo a Moisés y favoreciendo el adulterio; esperando por ese medio haber disminuido su autoridad con ellos. Por otro lado, si él hubiera ordenado que la apedrearan, habría tenido un pretexto plausible para acusarlo al gobernador, como una persona que incitó al pueblo a la rebelión; los romanos, que ahora habían tomado la determinación de la vida y la muerte en sus propias manos, habiendo modelado de nuevo las leyes de Judea de acuerdo con su propia jurisprudencia; y, en particular, no ejercer tal severidad de castigo sobre las mujeres culpables de adulterio. Podemos observar además, que el sanedrín judío se sentó por licencia del gobernador romano;

Ver cap. Juan 19:10 y Mateo 27:2 . Porque Cristo, por tanto, haber tomado la decisión de este caso, lo habría vuelto inmediatamente desagradable para los romanos, así como para el sanedrín; y, si la hubiera condenado, habría debido surgir a Pilato una nueva ocasión de ofensa a consecuencia de ello, si se hubiera ordenado la ejecución sin que se le aplicara; ya los judíos, si Cristo hubiera ordenado que se hiciera tal solicitud; de modo que aquí la trampa fue muy parecida a la que luego le tendieron, en la cuestión de la legalidad del pago del tributo, Mateo 22:17 ; Mateo 22:46 . Jesús conocía plenamente su oficio y su maldad, y en consecuencia reguló su conducta hacia estos depravados hipócritas; porque no les respondió.

También ahora, como en otras ocasiones, declinó asumir el carácter y el cargo de magistrado civil. Además, las personas que reclamaron su opinión, no fueron en modo alguno los jueces a quienes se comprometió la ejecución de la ley; pero fariseos que en el fondo eran unos hipócritas groseros, a pesar de que expresaban la mayor preocupación por el honor de la ley divina. Pero cualquiera que fuera la razón, Jesús no alentó esta acusación, sino que se inclinó y con el dedo escribió en el suelo como si los escuchara o no los mirara. Lo más probable es que haya un lenguaje en la acción misma, ya sea para insinuar que estos fariseos hipócritas deben ser ellos mismos, como lo expresa el profeta,Jeremias 17:13 escrito en la tierra, o que debían prestar atención a lo que está escrito. Pero no pretendemos determinar nada sobre este punto; diciendo sólo con una gran crítica sobre estas palabras, Nescire velle quae magister optimus nescire nos vult, erudite inscitia est: "Estar dispuesto a seguir ignorando lo que nuestro gran Maestro ha creído conveniente ocultar, no es una parte despreciable del saber cristiano".

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