He pecado por haber traicionado. - Más exactamente, pequé al traicionar.

¿Qué es eso para nosotros ? - Sentimos instintivamente, al leer estas palabras, que a pesar de lo profunda que era la culpa de Judas, la de quienes así se burlaban de él era aún más profunda. Hablando a la manera de los hombres, podemos decir que una palabra de simpatía y un consejo verdadero podrían haberlo salvado incluso entonces. Su confesión fue como el germen del arrepentimiento, pero este rechazo lo hizo volver a la desesperación, y no tuvo el valor ni la fe para volverse hacia el gran Absolver; y así su vida se cerró como en una oscuridad de tinieblas; y si hacemos la pregunta, ¿hay alguna esperanza? No nos atrevemos a responder.

Posiblemente, mezclado con su agonía, como ha sido sugerido por al menos uno de los grandes maestros de la Iglesia (Orígenes, Horn. En Mateo 35), algún pensamiento confuso de que en el mundo de los muertos, detrás del velo, él podría encontrar a su Señor y confesarle su culpa.

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