Verso Marco 9:50. Si la sal ha perdido su salinidad... Mateo 5:13.

Tengan sal en ustedes mismos...  Procurad tener en todo momento el principio preservador de la gracia divina en vuestros corazones, y dad la prueba de ello que satisfaga vuestras propias mentes, y convenza o silencie al mundo: vivid en amabilidad fraternal y en paz los unos con los otros: así todos los hombres verán que estáis libres de ambición, (ver Marco 9:34), y que sois verdaderamente mis discípulos. Que es posible que la sal pierda su sabor, y sin embargo conserve su apariencia de la manera más perfecta, ver demostrado en la nota en Mateo 5:13.

 

 

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