Tengan sal en ustedes mismos

(εχετε εν εαυτοις αλα). Jesús una vez los llamó la sal de la tierra ( Mateo 5:13 ) y les advirtió que no perdieran la sal de la sal. Si es αναλον, nada puede sazonar

(αρτυω) y no sirve para sazonar otra cosa. Es como un proyectil explotado, un cráter calcinado, una fuerza gastada. Esta es una advertencia para todos los cristianos.

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Antiguo Testamento