Mirad, (1) (a) cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos (b) llamados hijos de Dios: (2) por tanto, el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

(1) Él comienza a declarar este acuerdo del Padre y el Hijo, en la causa más alta, es decir, en ese amor libre de Dios hacia nosotros, con el que nos ama tanto, que también nos adopta para ser sus hijos.

(a) Qué regalo de cuán grande amor.

(b) Para que seamos hijos de Dios, y para que todo el mundo vea que lo somos. (2) Antes de declarar esta adopción, dice dos cosas: una, que esta dignidad tan grande, no debe ser estimada según el juicio de la carne, porque es desconocida para el mundo, porque el mundo no sabe Dios el Padre mismo.

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