Pero [sea] el (a) hombre oculto del corazón, en lo que no es corruptible, [incluso el adorno] de un espíritu manso y apacible, que (b) es de gran precio a los ojos de Dios.

(a) Quien tiene su morada asegurada en el corazón: de modo que el hombre escondido se opone al adorno exterior del cuerpo.

(b) Precioso en verdad y así tomado de Dios.

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