(7) Y que estudies para estar tranquilo, (8) y para hacer tus propios asuntos, y para trabajar con tus propias manos, como te mandamos;

(7) Condena las mentes inquietas y los curiosos en asuntos que no les conciernen. (8) Él reprende la holgazanería y la pereza; y el que se entrega a estos vicios, cae en otra maldad, para gran tropiezo de la Iglesia.

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