(11) Y aunque no les gustaba retener a Dios en [su] conocimiento, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer las cosas que no son convenientes;

(11) Él prueba la injusticia del hombre refiriéndose a muchos tipos de iniquidad, de las cuales (si no de todas, al menos de muchas de ellas) ningún hombre está completamente libre.

(m) A una mente corrupta y perversa, por la cual sucede que la conciencia, habiendo sido removida por ellos, y ellos ya casi no tienen remordimiento por el pecado, se precipitan hacia toda clase de maldad.

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