(5) los cuales sirven a ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como Dios le advirtió a Moisés cuando estaba a punto de hacer el tabernáculo; montar. (6) Pero ahora ha alcanzado un ministerio más excelente, en cuanto también es mediador de un mejor pacto, que se estableció sobre mejores promesas.

Es una gran bendición contemplar cuán atento estuvo el Espíritu Santo, en todos sus nombramientos relacionados con la Iglesia en el desierto, para que todo fuera el modelo expreso de Cristo y su Iglesia del Evangelio. Y, si bien sirve para enseñarnos cuán infinitamente importantes deben ser las cosas mismas a las que ministraron esas sombras; cuán seguro es también, que Dios el Espíritu era el Ministro Todopoderoso entonces, como lo es ahora.

En relación con el mejor ministerio de Cristo, y el orden de la dispensación del Nuevo Testamento que se establece sobre mejores promesas, cada parte y porción de la palabra de Dios se muestra más plenamente. Pero lo que ruego al lector más inmediatamente que tenga en cuenta, y que nunca pierda de vista, es que Jesús mismo es la totalidad de la alianza. Así lo declaró Jehová, Isaías 49:8 , y así su pueblo, cuando fue regenerado por el Espíritu Santo, lo prueba para el consuelo de su alma. Fue formado con Jesús en los consejos eternos, ante el mundo.

Fue confirmado por Jesús, durante el estado de tiempo de su morada en la tierra, a Él le fue confiado todo. Por él todo se ha cumplido. Todas sus bendiciones están en sus manos omnipotentes; y de Él, todo debe fluir de gracia aquí, y gloria en el más allá, para que el Señor Jesús comprenda en su propia Persona, como Mediador Dios-Hombre, el único, pleno y completo pacto. Él es el Mensajero, el Administrador, el Jefe, la Suma, la Sustancia del todo. ¡Precioso Señor Jesús! ¡Bendito sea Dios, que te dio por pacto del pueblo!

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