• Isaías 10:5

    “¡Ay de Asiria, la vara de mi ira! Pues en su mano está puesto el garrote de mi furor.

  • Isaías 10:6

    La mandaré contra una nación impía, y la enviaré contra el pueblo que es objeto de mi indignación, a fin de que capture botín y tome despojos, a fin de que lo ponga para ser pisoteado como el lodo de las calles.

  • Isaías 10:7

    “Pero ella no lo imaginará así ni su corazón lo pensará de esta manera. Más bien, la intención de su corazón será destruir y exterminar no pocas naciones.

  • Isaías 10:8

    Porque él dice: ‘Mis príncipes, ¿no son todos reyes?

  • Isaías 10:9

    ¿No es Calne como Carquemis? ¿No es Hamat como Arfad? ¿No es Samaria como Damasco?

  • Isaías 10:10

    Como mi mano alcanzó los reinos de los dioses, a pesar de que sus imágenes talladas eran más que las de Jerusalén y de Samaria;

  • Isaías 10:11

    como hice a Samaria y a sus dioses, ¿no haré así a Jerusalén y a sus ídolos?’ ”.

  • Isaías 10:12

    Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte Sion y en Jerusalén, castigará también el fruto del corazón soberbio del rey de Asiria y la gloria de sus ojos altivos.

  • Isaías 10:13

    Porque ha dicho: “Con el poder de mi mano y con mi sabiduría lo he hecho, porque soy inteligente. He eliminado las fronteras de los pueblos, he saqueado sus tesoros y he derribado como hombre fuerte a sus habitantes.

  • Isaías 10:14

    Mi mano halló como en un nido las riquezas de los pueblos; y como se juntan los huevos abandonados, así junté yo a toda la tierra. No hubo quien moviera un ala o abriera el pico para chirriar”.

  • Isaías 10:15

    ¿Se jactará el hacha contra el que corta con ella? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la maneja? ¡Como si el bastón manejara al que lo levanta! ¡Como si la vara levantara al que no es madera!

  • Isaías 10:16

    Por tanto, el SEÑOR Dios de los Ejércitos enviará enfermedad a sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como fuego abrasador.

  • Isaías 10:17

    La Luz de Israel será por fuego; y su Santo por llama que consume y devora en un día sus cardos y sus espinos.

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