• Isaías 48:16

    Acérquense a mí y oigan esto: Desde el principio no he hablado en secreto; desde que las cosas sucedieron, allí he estado yo”. Y ahora me ha enviado el SEÑOR Dios y su Espíritu.

  • Isaías 48:17

    Así ha dicho el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: “Yo soy el SEÑOR tu Dios que te enseña provechosamente, y que te conduce por el camino en que has de andar.

  • Isaías 48:18

    ¡Oh, si hubieras estado atento a mis mandamientos! Tu paz habría sido como un río, y tu justicia como las ondas del mar.

  • Isaías 48:19

    Tu descendencia sería como la arena, y los que salen de tus entrañas como sus granos. Su nombre nunca sería eliminado ni borrado de mi presencia.

  • Isaías 48:20

    “¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan de entre los caldeos! Anuncien esto con voz de alegría; háganlo oír. Difúndanlo hasta el extremo de la tierra. Digan: ‘El SEÑOR ha redimido a su siervo Jacob’.

  • Isaías 48:21

    No tuvieron sed cuando los llevó por lugares secos; él hizo brotar agua de la roca para su pueblo. Partió la peña, y fluyeron aguas.

  • Isaías 48:22

    “¡No hay paz para los malos!”, dice el SEÑOR.

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