• Isaías 57:10

    Con tanto caminar te cansaste, pero no dijiste: ‘¡Estoy rendida!’. Hallaste mucha vitalidad, por lo cual no desfalleciste.

  • Isaías 57:11

    “¿Por quién tuviste aprehensión y a quién temiste, de modo que mintieras y no te acordaras de mí ni lo tomaras a pecho? ¿No es porque he guardado silencio y disimulado, y no me has temido?

  • Isaías 57:12

    Yo expondré tu justicia y tus obras, pero ellas no te aprovecharán.

  • Isaías 57:13

    Cuando clames, ¡que te libre tu colección de ídolos! Pero a todos ellos se los llevará el viento; un soplo los arrebatará. Pero el que se refugia en mí tendrá la tierra por heredad y poseerá mi santo monte”.

Continúa después de la publicidad