• Salmo 16:5

    Oh SEÑOR, porción de mi herencia, y mi copa, ¡tú sustentas mi destino!

  • Salmo 16:6

    Los linderos me han tocado en lugar placentero; es hermosa la heredad que me ha tocado.

  • Salmo 16:7

    Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me corrige mi conciencia.

  • Salmo 16:8

    Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque está a mi mano derecha no seré movido.

  • Salmo 16:9

    Por tanto, se alegró mi corazón y se gozó mi lengua. También mi cuerpo descansará en seguridad.

  • Salmo 16:10

    Pues no dejarás mi alma en el Seol ni permitirás que tu santo vea corrupción.

  • Salmo 16:11

    Me mostrarás la senda de la vida. En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias en tu diestra para siempre.

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