Y este es el testimonio, que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.

Ha dado - aoristo, 'dio', de una vez por todas. No solo lo 'prometió'.

La vida está en su Hijo - esencialmente; corporal; operativamente (Lange). Es en el segundo Adán, el Hijo de Dios, que se nos asegura esta vida que, si se la dejara depender de nosotros, la perderíamos, como el primer Adán.

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