Gálatas 1:1-24

1 Pablo, apóstol — no de parte de hombres ni por medio de hombre, sino por medio de Jesucristo y de Dios Padre, quien lo resucitó de entre los muertos —

2 y todos los hermanos que están conmigo; a las iglesias de Galacia:

3 Gracia a ustedes y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo

4 quien se dio a sí mismo por nuestros pecados. De este modo nos libró de la presente época malvada, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

6 Estoy asombrado de que tan pronto se estén apartando del que los llamó por la gracia de Cristo, para ir tras un evangelio diferente.

7 No es que haya otro evangelio, sino que hay algunos que los perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

8 Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio diferente del que les hemos anunciado, sea anatema.

9 Como ya lo hemos dicho, ahora mismo vuelvo a decir: Si alguien les está anunciando un evangelio contrario al que recibieron, sea anatema.

10 ¿Busco ahora convencer a los hombres, o a Dios? ¿Será que busco agradar a los hombres? Si yo todavía tratara de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.

11 Pero les hago saber, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según hombre;

12 porque yo no lo recibí ni me fue enseñado de parte de ningún hombre sino por revelación de Jesucristo.

13 Ya oyeron acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo: que yo perseguía ferozmente a la iglesia de Dios y la estaba asolando.

14 Me destacaba en el judaísmo sobre muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.

15 Pero cuando Dios — quien me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia — tuvo a bien

16 revelar a su Hijo en mí para que yo lo anunciara entre los gentiles, no consulté de inmediato con ningún hombre

17 ni subí a Jerusalén a los que fueron apóstoles antes que yo sino que partí para Arabia y volví de nuevo a Damasco.

18 Luego, después de tres años, subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días.

19 No vi a ningún otro de los apóstoles sino a Jacobo, el hermano del Señor;

20 y en cuanto a lo que les escribo, he aquí delante de Dios que no miento.

21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia.

22 Y yo no era conocido de vista por las iglesias de Judea, las que están en Cristo.

23 Solamente oían decir: “El que antes nos perseguía ahora proclama como buena nueva la fe que antes asolaba”.

24 Y daban gloria a Dios por causa de mí.

INSCRIPCION. SALUDOS. EL MOTIVO DE SU CARTA ES EL PRONTO ABANDONO DE ELLOS DEL EVANGELIO QUE EL LES ENSEÑO. LA DEFENSA DE SU ENSEÑANZA: SU LLAMAMIENTO APOSTOLICO ES INDEPENDIENTE DE LOS HOMBRES. Los maestros judaizantes habían persuadido a los gálatas de que Pablo les había enseñado la nueva religión imperfectamente y de segunda mano; que el fundador de su iglesia sólo poseía una comisión en representación de otros, pues el sello de la verdad y autoridad lo tenían los apóstoles que estaban en Jerusalén. Además, que a pesar de lo que pudiera profesar entre ellos, Pablo mismo en otras ocasiones y en otros lugares había apoyado la doctrina de la circuncisión. Para refutar esto, él apela a la historia de su conversión, y a su entrevista con los apóstoles cuando se encontró con ellos en Jerusalén y declara que lejos de ser derivada de ellos la doctrina que él enseña, o que ellos ejercieran sobre él alguna superioridad, ellos simplemente aprobaron lo que él había predicado ya entre los gentiles; predicación que no fué comunicada a él por ellos, sino a ellos por él. [Paley]. Semejante epístola apologética no podría ser una falsificación posterior, pues las objeciones aparecen sólo incidentalmente, no siendo introducidas forzadamente como lo hubiera hecho un falsificador; y también son objeciones que sólo podrían suscitarse en los primeros tiempos del cristianismo, cuando Jerusalén y el judaísmo todavía ocupaban un lugar prominente.

1. Pablo, apóstol—En sus epístolas más tempranas, las dos a los Tesalonicenses, por humildad, él no hace uso de título de autoridad; mas asocia consigo a “Silvano y a Timoteo”; pero aquí, aunque algunos “hermanos” están con él (v. 2), no los nombra, mas da prominencia a su propio nombre y apostolado; evidentemente porque ahora necesita ser vindicada su comisión apostólica contra los que la negaban. no de los hombresgriego, “de parte de”. Pablo expresa el origen de su misión, “no de parte de hombres”, sino de parte de Cristo y del Padre. “Por” expresa el agente inmediato activo en el llamamiento. No sólo fué el llamamiento de parte de Dios como origen esencial, sino que fué hecho por Cristo y el Padre como agente inmediato al llamarle (Hechos 22:15 y 26:16-18). La imposición de las manos efectuada por Ananías (Hechos 9:17) no es una objeción a esto; porque dicho acto no fué sino una señal del hecho, no una causa auxiliar. De modo que, cuando el Espíritu Santo le llama para esta misión especial (Hechos 13:2), él ya era apóstol ni por hombre—En número singular; para señalar el contraste con “Jesucristo”. La oposición entre los términos “Cristo” y “hombre”, y la colocación del nombre de Cristo en conexión más íntima con Dios el Padre, dan a entender su divinidad. mas por Jesucristo y por Dios el Padre, que lo resucitó de los muertos—Dando a entender que, aunque él no había visto a Cristo en su humillación como los demás apóstoles (lo cual era una objeción que tenían contra él), le había visto, y había sido constituído apóstol por él en su poder después de su resurrección (Mateo 28:18; Romanos 1:4). Compárese con la ascensión, consecuencia de la resurrección, y el motivo por el cual constituyó “apóstoles”, Efesios 4:11. Cristo resucitó también para nuestra justificación (Romanos 4:25); así Pablo prepara el camino para el tema prominente de la epístola: la justificación en Cristo, no por la ley.

2. todos los hermanos—No soy solo en mi doctrina; todos mis colegas en la obra del evangelio, que viajan conmigo (Hechos 19:29, Gayo y Aristarco en Efeso; Hechos 20:4, Sopater, Segundo, Timoteo, Tiquico, Trófimo; algunos, o todos éstos), se unen a mí. No que todos éstos fuesen autores asociados de la epístola; sino que se unían a Pablo en sus sentimientos y salutaciones. La frase “todos los hermanos” es la misma que se usa en la fecha cuando tuvo muchos compañeros de viaje, teniendo él y ellos que llevar juntamente el dinero recolectado para los creyentes pobres en Jerusalén. [Conybeare y Howson]. a las iglesias de Galacia—Pesino y Ancira eran las ciudades principales; pero sin duda había muchas otras iglesias en Galacia (Hechos 18:23; 1 Corintios 16:1). No da ningún título honroso a las iglesias de Galacia, como a las de otros lugares, porque se sentía disgustado a causa de la judaización de ellas. Véase 1 Corintios; 1 Tesalonicenses, etc. La Primera Epístola de Pedro fué dirigida a los cristianos judíos residentes en Galacia (1 Pedro 1:1), así como a los que residían en otros lugares mencionados en dicha carta. Es interesante, pues, hallar al apóstol de la circuncisión, así como también al apóstol de la incircuncisión, quienes una vez tuvieron un conflicto entre sí (cap. 2:7-15), cooperando ahora en edificar las mismas iglesias.

3. paz de Dios—Más bien, de parte de Dios; omítese el segundo “de”, pues el griego une a Dios el Padre y a nuestro Señor Jesucristo de la manera más estrecha, no habiendo sino una preposición para los dos.

4. El cual se dió a sí mismo—(cap. 2:20)—en su muerte, como ofrenda. Frase que se halla sólo en ésta y en las Epístolas Pastorales. El griego es diferente en Efesios 5:25 (Nota). por nuestros pecados—Los que nos esclavizaban al presente mundo malo. para librarnos de esteGriego, “de entre este”, etc. Se dice que el Padre y el Hijo “nos libran”, etc. (Colosenses 1:13); por el Hijo, no el Padre, “se entregó por nosotros” para librarnos y hacernos ciudadanos de un mundo mejor (Filipenses 3:20). El apóstol da a entender que los gálatas, al desear volver a la esclavitud legalista, están renunciando a la liberación que Cristo obró en nuestro favor. Esto lo repite él más completamente en el cap. 3:13. “Librar” es la misma palabra usada por nuestro Señor cuando se refiere al libramiento que él hacía de Pablo mismo (Hechos 26:17); y es una coincidencia indeliberada el hecho de que Pablo y Lucas usaran la misma palabra. siglo malo—Traducido “mundo” en algunas versiones. Lit., “siglo” o “edad”. Es decir, el sistema o curso del mundo, considerado desde el punto de vista religioso. El siglo presente se opone a la “gloria” (v. 5) de Dios, y está bajo la autoridad del Malo. Pablo hace un contraste entre las expresiones “por siglos de siglos” (griego, v. 5) y “este siglo malo.” conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestroGriego, “De Aquel quien es a la vez Dios (el Creador soberano) y Padre nuestro” (Juan 6:38; Juan 10:18, hasta el final). Sin que tengamos nosotros mérito alguno. La soberanía de él como “Dios”, y nuestra relación filial con él como “el Padre nuestro”, deberían guardarnos de mezclar nuestras ideas propias (como estaban haciendo los gálatas) con la voluntad y los planes de Dios. Esto prepara el camino para su argumento.

5. Al cual sea la gloria—La gloria que es peculiar y exclusivamente suya. Comp. Efesios 3:21, nota,

6. Sin sus expresiones usuales de gratitud por la fe de ellos, etc., él se lanza impetuosamente a su tema, celoso por “la gloria” de Dios (v. 5), la cual estaba siendo rebajada por la caída de los gálatas del evangelio puro de la “gracia” de Dios. Estoy maravillado—Dando a entender que él había esperado de ellos cosas mejores; y que de allí surge su sorpresa dolorosa de que ellos resultaran tan diferentes de lo que él esperaba. de que tan pronto—Después de mi última visita; cuando creía que estabais sin contaminación por parte de los maestros judaizantes. Si esta epístola fué escrita desde Corinto, el intervalo sería un poco más de tres años; período que sería demasiado breve para que ellos “se traspasasen”, si aparentemente en la ocasión de su visita, habían estado libres de contaminación. El cap. 4:18, 20 da a entender que entonces no había notado síntoma de contaminación, tal como ahora sabe que hay entre ellos. Véase Introducción. Si fué escrita desde Efeso, el intervalo no sería más de un año. Birks sostiene que la epístola había sido escrita desde Corinto después de su primera visita a Galacia; porque esto concuerda mejor con el “tan pronto” aquí; y con el cap. 4:18: “Bueno es ser celosos en bien siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros”. Si ellos hubieran perseverado en la fe durante los tres años que duró la primera ausencia de él, y se hubieran traspasado sólo después de su segunda visita, no podrían haber sido acusados justamente de adherirse a la verdad sólo cuando él estaba presente; porque su primera ausencia fué más larga que sus dos visitas, y ellos habrían obedecido más tiempo en su “ausencia” que en su “presencia”. Pero si su decaimiento había empezado inmediatamente después de que él los dejó, y antes de su regreso a ellos, será justa la reprensión. Pero véase nota, cap. 4:13. os hayáis traspasadoTradúzcase, “os estáis traspasando”, es decir, os estáis permitiendo ser removidos tan pronto (ya sea desde el tiempo de mi última visita, o desde el tiempo de la primera tentación presentada a vosotros) [Pareo] por los seductores judíos. De este modo él suaviza la censura dando a entender que los gálatas fueron tentados por seductores que provenían de afuera, sobre quienes caía la culpa principal; y el tiempo presente del verbo, “estáis siendo removidos”, da a entender que su seducción estaba en proceso de ser efectuada, no que estuviera efectuada del todo. Wahl, Alford, etc., entienden el griego como en la voz media, reflexiva, “Os estáis traspasando”. Pero al traducirse así, se pierde la fuerza de la referencia indirecta de Pablo a los corruptores de ellos; y en Hebreos 7:12 la misma palabra griega se usa pasivamente, lo que justifica que se traduzca así en este lugar. Acerca del carácter impulsivo y voluble de los galos, de quienes descendieron los gálatas (otra forma de celtas, los progenitores de los ersos, galos, címricos y belgas), véase Introtroducción y César Bella Galla, 3:19. del que os llamó—Dios el Padre (v. 15; cap. 5:8; Romanos 8:30; 1 Corintios 1:9; 1 Tesalonicenses 2:12; 1 Tesalonicenses 5:24). a la gracia de Cristo—Más bien, como el griego, “en la gracia de Cristo”, como el elemento en que y el instrumento por el cual Dios nos llama a la salvación. Véase Nota, 1 Corintios 7:15; Romanos 5:15, “el don por (griego, “en”) la gracia de (el) un hombre.” “La gracia de Cristo” es la justificación, reconciliación y vida eterna, en Cristo, compradas y otorgadas gratuitamente. a otro evangelio—Más bien, como el griego, “a un segundo y diferente evangelio”, es decir, a un evangelio así llamado, diferente completamente del único evangelio verdadero.

7. No que hay otro—Palabra griega distinta de la del v. 6. Aunque se llamaba evangelio (v. 6), en realidad no lo era. En verdad no hay sino un evangelio, y ningún otro evangelio. sino que … os inquietanTradúzcase, “solamente que hay algunos que os inquietan”, etc. (cap. 5:10, 12). Con el término “otro evangelio”, quise significar la perversión por parte de algunos, del único evangelio de Cristo. quieren pervertir el evangelio—Realmente no podían pervertir el evangelio, aunque podían pervertir a los que profesaban el evangelio (comp. cap. 4:9, 17, 21; 6:12, 13; Colosenses 2:18). Aunque ellos reconocían a Cristo, insistían en la circuncisión y en las ordenanzas judaicas, y profesaban apoyarse en la autoridad de otros apóstoles, es decir, de Pedro y Jacobo. Pero Pablo no reconoce ningún evangelio sino el evangelio puro.

8. Mas aun si nosotros—Por importantes que parezcan los “que os inquietan”. Es decir, yo y los hermanos conmigo, por importantes y numerosos que seamos (vv. 1, 2). El griego da a entender un caso supuesto que nunca ha ocurrido. o un ángel—En cuyo carácter me recibisteis al principio (comp. cap. 4:14; 1 Corintios 13:1), y cuya autoridad es la más alta posible después de la de Dios y la de Cristo. Una revelación nueva, aunque fuese aparentemente acreditada por milagros, no ha de recibirse si contradice la revelación ya existente. Porque Dios no puede contradecirse a sí mismo (Deuteronomio 13:1; 1 Reyes 13:18; Mateo 24:24; 2 Tesalonicenses 2:9). Los maestros judaizantes se amparaban bajo los nombres de los grandes apóstoles, Jacobo, Juan y Pedro; “no me traigas estos nombres, porque aunque un ángel del cielo”, etc. No que él quiera decir que los apóstoles en realidad apoyaran a los judaizantes; sino que desea mostrarles que cuando la verdad es puesta en duda por personas notables, no es justificable el que se acepte su opinión por el respeto debido a ellas. [Crisóstomo]. os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado—El griego no significa “algún evangelio diferente del que nosotros hemos predicado” sino más bien “algún evangelio al lado de aquel que predicamos” Esta idea se opone claramente a las tradiciones de la iglesia de Roma, las cuales están a la vez al lado de y contrarias (la palabra griega incluye ambas ideas) a la Palabra escrita, nuestra única regla aprobada.

9. Como antes hemos dicho—Cuando estábamos visitándoos (el término “antes” aquí significa la misma que en 2 Corintios 13:2). Comp. cap. 5:2, 3, 21. Tradúzcase: “Si alguno os predica algún evangelio al lado de aquel que” etc. En el griego se usa el modo indicativo, y no el subjuntivo o condicional. El hecho es asumido, no meramente supuesto como una eventualidad, como en el v. 8, que dice “Si … os anunciare”. Esto da a entender que ya había observado Pablo (durante su última visita) las maquinaciones de los maestros judaizantes; pero su sorpresa (v. 6) de que ahora los gálatas fuesen extraviados por ellos, da a entender que antes, aparentemente, no habían sido extraviados así. Así como en el v. 8 él había dicho, “que os hemos anunciado”, así aquí, con aumento de fuerza dice: “que habéis recibido”; reconociendo que ellos verdaderamente lo habían aceptado. sea anatema—Un resultado contrario aparece en el cap. 6:16.

10. Porque—Explica el fuerte lenguaje que acababa de usar ¿persuado yo ahora a hombres—Reanuda el “ahora” del v. 9. “¿Estoy ahora persuadiendo a hombres?” [Alford], es decir, ¿los estoy conciliando? ¿Es lo que acabo de decir, prueba de que trato de agradar a los hombres, de lo cual soy acusado? Sus adversarios le acusaban de ser un interesado adulador de los hombres, “haciéndose todas las cosas a todos”, para formar un partido para sí, observando en esta forma la ley entre los judíos (por ejemplo, circuncidando a Timoteo), y persuadiendo a los gentiles a renunciar la circuncisión (cap. 5:11) (para adular a éstos, teniéndolos realmente en un estado subordinado, al no permitir que fuesen admitidos a los plenos privilegios de que gozaban los circuncidados solos). Neander explica el término “ahora,” así: Antes, como fariseo, yo era movido sólo por respeto a la autoridad humana [y para agradar a los hombres, Lucas 16:15; Juan 5:44], pero ahora enseño responsable a Dios solo. (1 Corintios 4:3). o a Dios?—Sólo Dios debe ser digno de nuestro respeto, si todavía agradara a los hombres—“Si todavía estoy agradando a los hombres”, etc. (Lucas 6:26; Juan 15:19; 1 Tesalonicenses 2:4; Santiago 4:4; 1 Juan 4:5, Joel 4:5). Sobre el término “todavía”, comp. el cap. 5:11. no sería siervo de Cristo—ni le agradaría a él en todas las cosas (Tito 2:9; Colosenses 3:22).

11. os hago saber—“el evangelio predicado por mí, no es según hombres”, es decir, no de, por, o de parte de hombres (vv. 1, 12). No está de acuerdo con el ser humano; no está modificado por meras consideraciones humanas, como lo sería si fuese de origen humano. hermanos—Todavía se dirige a ellos como a hermanos.

12. Tradúzcase: “Pues ni aun yo mismo (más que los otros apóstoles) lo recibí de parte de hombres, ni fuí enseñado en el evangelio (por hombres)”. La expresión “lo recibí”, implica la ausencia de esfuerzo para adquirirlo. “Fuí enseñado” da a entender el esfuerzo que se hace al aprender. yo lo recibí … por revelación de Jesucristo—Por habérmelo revelado Cristo. Probablemente esto sucedió durante los tres años, parte de los cuales él residió en Arabia (vv. 17, 18) cerca del lugar donde Dios hizo entrega de la ley; lugar apropiado para la revelación del evangelio de la gracia, el cual reemplaza la ley ceremonial (cap. 4:25). El, como otros fariseos que aceptaron el cristianismo, al principio no reconocía su independencia de la ley mosaica, mas combinaba las dos cosas. Ananías, su primer instructor, fué estimado universalmente por su piedad legalista, y por lo tanto no era probable que le enseñara a separar el cristianismo de la ley. Esta separación fué parcialmente reconocida después del martirio de Esteban. Pero Pablo la reconoció por revelación especial (1 Corintios 11:23; 1 Corintios 15:3; 1 Tesalonicenses 4:15). En Hechos 22:18 se menciona una visión que tuvo Pablo del Señor Jesús en ocasión de su primera visita a Jerusalén (v. 18); pero ésta parece haber sido posterior a la revelación aquí referida (comp. vv. 15-18), y haber sido limitada a un mandamiento en particular. La visión a que Pablo se refiere cuando dice que ocurrió “hace catorce años” (2 Corintios 12:1), etc. aconteció en el año 43, todavía en una fecha posterior, es decir, seis años después de su conversión. Así pues, Pablo es un testigo independiente de la autenticidad del evangelio. Aunque no había recibido enseñanza de los apóstoles sino del Espíritu Santo, sin embargo, cuando se encontró con ellos, el evangelio de él concordaba exactamente con el de ellos.

13. habéis oído—Aun antes de que llegara yo a vosotros. acerca de mi conducta—“la manera en que yo vivía anteriormente”. en el judaísmo—La religión de los judíos. La palabra “hebreo” indica el idioma; “judío”, la nacionalidad, como distinta de la de los gentiles “Israelita”, el título más elevado, que indica los privilegios religiosos como miembro de la teocracia. perseguía … la iglesia—Aquí en número singular, señalando su unidad, aunque estaba constituída de muchas iglesias particulares, bajo la única Cabeza, Cristo. (Creemos que se usa la expresión “la iglesia de Dios”, en número singular, porque en la época de la persecución mencionada por Pablo, la iglesia de Jerusalén era de veras una unidad. Después de la dispersión causada por la persecución, se organizaron muchas iglesias cristianas independientes. La única unidad que existía era la espiritual. Nota del Trad.) de Dios—Esto se añade para hacer énfasis en el enorme pecado en que se hallaban por su alejamiento de Dios (1 Corintios 15:19). la destruía—Lo cual era contrario a “edificarla”.

14. aprovechaba en el Judaísmogriego, “adelantaba en mis conocimientos; “hacía progreso”. sobre muchos—más que otros. de mis igualesgriego, “de mi misma edad entre mis paisanos”. tradiciones de mis padres—Es decir, las tradiciones de los fariseos, siendo Pablo “fariseo, e hijo de fariseo” (Hechos 23:6; Hechos 26:5). La expresión “mis padres” indica que no se hace referencia en un sentido general a las tradiciones de la nación.

15. cuando plugo a Dios, que me apartó—“Me colocó aparte”, en los propósitos de su amor soberano (comp. Hechos 9:15; Hechos 22:14), para manifestar en mí su “buena voluntad”, siendo ésta la única conclusión a que uno puede llegar al pensar en lo que originó su salvación. Su “apartamiento” por Dios para la obra que le sería señalada. se menciona en Hechos 13:2; Romanos 1:1. Por vía de contraste, diremos que tal vez se hace una alusión al término “fariseo” que se deriva de la palabra hebrea, farash, “separado”. Antes me llamaba fariseo, o separatista, pero Dios me ha separado para algo mucho mejor. desde el vientre de mi madre—Así que, no había méritos de su parte al señalar las causas para su llamamiento (Romanos 9:11). Es la gracia la única causa (Salmo 22:9; Salmo 71:6; Isaías 49:1, Isaías 49:5; Jeremias 1:5; Lucas 1:15). y me llamó—en el camino a Damasco (Hechos 9).

16. Plugo pues a Dios. revelar a su Hijo en mí—Dentro de mí, en mi alma íntima, por el Espíritu Santo (cap. 2:20). Comp. 2 Corintios 4:6 : “Resplandeció en nuestros corazones”. El que yo revelase a su Hijo a los gentiles no hubiera sido posible si primero Dios no hubiera revelado a su Hijo en mí al principio, en mi conversión; pero especialmente en la revelación subsiguiente de parte de Jesucristo (v. 12), por la cual aprendí que el evangelio era independiente de la ley mosaica. para que le predicase—El griego aparece con el tiempo presente: “para que le predique”, dando a entender que la función aun continuaba entonces. Esta fué la misión principal a él encomendada (cap. 2:7, 9). luego—Expresión relacionada principalmente con “fuí a Arabia” (v. 17), y que indica la aptitud inmediata del apóstol para su misión. Así se entiende también Hechos 9:20 : “Luego en las sinagogas predicaba a Cristo”. no conferíGriego: “No consulté (además de la revelación) con carne y sangre”. La revelación divina me fué suficiente. [Bengel.] con carne y sangre—(Mateo 16:17).

17. Ni fuí a Jerusalem—la sede de los apóstoles. sino que me fuí a la Arabia—Este viaje (no mencionado en Los Hechos) aconteció durante el período de su permanencia en Damasco, llamado por Lucas (Hechos 9:23), “muchos (griego, número considerable de) días”. Es curiosamente confirmatorio de la autenticidad de la expresión “muchos días” para indicar “tres años”, el hecho de que dicha frase ocurre exactamente en el mismo sentido en 1 Reyes 2:38. Arabia era un país de gentiles; sin duda él predicó aquí como lo había hecho antes y después (Hechos 9:20, Hechos 9:22) en Damasco; y así él manifiesta la independencia de su comisión apostólica. Aquí también él tuvo aquel retiro tranquilo que tanto le hacía falta, después del primer fervor de su conversión, para prepararse para la gran obra que tenía por delante. Nótese el caso de Moisés (Hechos 7:29). Su familiaridad con el escenario de la entrega de la ley, y las meditaciones y revelaciones que tuvo allí, aparecen en el cap. 4:24, 25; Hebreos 12:18. Véase nota, v. 12. El Señor desde el cielo conversó con él, así como en la tierra, en los días de su encarnación, conversó con los otros apóstoles. volví de nuevo—a Damasco, de donde había salido.

18. pasados tres años—contando desde su conversión, como parece por el contraste con “luego” (v. 16). fuí a Jerusalem a ver a Pedro—Esta es la misma visita a Jerusalén que se menciona en Hechos 9:26, y en esta misma visita tuvo la visión relatada en Hechos 22:17. El incidente que le hizo salir de Damasco (Hechos 9:25; 2 Corintios 11:33) no fué la causa principal de su ida a Jerusalén. De modo que no hay discrepancia en la afirmación que aquí se hace de que fué “a ver a Pedro”; o más bien, según el griego, “fué para conocer a Pedro”. Los dos manuscritos más antiguos leen “Cefas”, nombre hebreo dado a Pedro en esta epístola, así como Pedro es el nombre griego (Juan 1:42). Nombre muy apropiado aquí en su carácter como apóstol especial a los hebreos. Es notable que Pedro mismo, en sus epístolas, hace uso del nombre griego Pedro, tal vez para hacer resaltar su antagonismo hacia los judaizantes, quienes retendrían la forma hebraica. El era prominente entre los apóstoles, aunque Jacobo, como obispo de Jerusalén, ejercía la autoridad principal allí (Mateo 16:18). estuve con él quince días—Sólo quince días; en contraste con el largo período de tres años, durante el cual, anteriormente, había ejercido una comisión independiente en su predicación; hecho que prueba a las claras, cuán poco debía él a Pedro en cuanto a su autoridad o instrucción apostólicas. La palabra griega por “ver” da al mismo tiempo la idea de “visitar a una persona importante para conocerla”, tal como lo era Pedro. Las “intrigas de los judíos impidieron que quedara allí por más tiempo (Hechos 9:29). Así mismo, la visión le ordenó que se fuera de Jerusalén a los gentiles,, porque el pueblo allí no recibiría su testimonio (Hechos 22:17).

19. Véase Hechos 9:27, donde Lucas, como historiador, relata en forma más general lo que Pablo, como protagonista de la historia, detalla más particularmente. El historiador menciona “apóstoles”; y la mención que hace Pablo de un segundo apóstol además de Pedro, reconcilia la epístola con la historia. En ocasión del martirio de Esteban y la persecución subsiguiente, los otros diez apóstoles, de acuerdo con el mandato de Cristo, parece que pronto (aunque no inmediatamente. Hechos 8:14) salieron de Jerusalén para predicar en otros lugares. Jacobo se quedó a cargo de la iglesia madre, como su obispo. Pedro, el apóstol de la circuncisión, estuvo presente durante los quince días de la permanencia de Pablo; pero él también más tarde salió (Hechos 9:32) en una gira por Judea. Jacobo el hermano del Señor—Esta designación, para distinguirlo de Jacobo hijo de Zebedeo, era apropiada, mientras aquel apóstol vivía. Pero antes de la segunda visita de Pablo a Jerusalén (cap. 2:1; Hechos 15), el hijo de Zebedeo había sido decapitado por Herodes (Hechos 12:2). Por consiguiente, en otra mención de Jacobo en esta epístola (cap. 2:9, 12), no es designado por este epíteto distintivo: una coincidencia pequeña e indeliberada que prueba la autenticidad del relato. Jacobo fué hermano del Señor, no en un sentido estricto como nosotros lo entendemos, sino en el sentido de “primo” o “pariente” (Mateo 28:10; Juan 20:17). Sus hermanos nunca se llaman “hijos de José”, como si fuesen hermanos propios de Jesús. Sin embargo, véase Salmo 69:8 : “He sido extraño a los hijos de mi madre”. En Juan 7:3, Juan 7:5, la frase “sus hermanos” que “no creían en él”, puede ser que se refiera a sus parientes cercanos, sin incluir sus dos hermanos, o parientes (Jacobo y Judas), que estaban entre los doce apóstoles. En Hechos 1:14 “sus hermanos”, se hace referencia a Simón, a José y a otros (Mateo 13:55) de sus parientes que no eran apóstoles. No es probable que hubiese dos pares de hermanos, con nombres iguales, de tanta prominencia como lo eran Jacobo y Judas. Lo más probable es que los apóstoles Jacobo y Judas fueron también los escritores de las epístolas y los hermanos de Jesús, y que Jacobo y José fuesen hijos de Alfeo y María, hermana de la virgen María. (No entendemos cómo el autor pueda suponer que los “hermanos de Jesús” fuesen únicamente “primos”, o “parientes cercanos”, y no los hijos propios de José y María. En los evangelios “los hermanos” de Jesús aparecen casi siempre en relación cercana con María la madre de Jesús, por ejemplo Mateo 12:47; Mateo 13:55, lo que no sería tan probable si aquellos “hermanos” fuesen solamente sobrinos de ella. Sólo aquellos que están a favor de la doctrina de la “virginidad perpetua” buscan semejantes explicaciones, para tratar de hacer creer que José y María no llevában una vida normal de matrimonio después del nacimiento de nuestro Señor. Mateo 1:25, indica que sus relaciones de marido y esposa eran normales, y por lo tanto es muy probable que hayan tenido más familia. Nota del Trad.)

20. en esto que os escribo … no miento—Solemne protesta de que su afirmación es verdadera, y que su visita fué sólo de quince días y que no vió sino al apóstol Pedro y a Jacobo. Probablemente los judaizantes habían dicho que Pablo había recibido un largo curso de enseñanza de parte de los apóstoles en Jerusalén desde el principio. De aquí pues su anhelo por establecer los hechos contrarios.

21. Después fuí a las partes de Siria y de Cilicia—“anunciando la fe” (v. 23), y estableciendo así, sin duda, las iglesias de Siria y Cilicia, las cuales más tarde confirmó en la fe (Hechos 15:23, Hechos 15:41). Probablemente fué primero a Cesarea, el puerto principal, y de allí por mar a Tarso, su ciudad natal (Hechos 9:30), y de allí a Siria; teniendo Cilicia sus conexiones geográficas con Siria, más bien que con Asia Menor, ya que las montañas Toros la separan de ésta. El hecho de que Pablo coloque en el orden de palabras a Siria antes que a “Cilicia”, se debe al hecho de que Antioquía era más importante que Tarso, así como también a su residencia más larga en aquella ciudad que en ésta. También “Siria y Cilicia”, por su conexión geográfica estrecha, vino a ser una frase genérica geográfica, y se menciona Siria primero por ser el distrito más importante. [Conybeare y Howson]. Este viaje por mar explica la razón por la cual el apóstol no era “conocido de vista a las iglesias de Judea” (v. 22). No menciona su segunda visita a Judea y a Jerusalén (Hechos 11:30), sin duda porque el objeto limitado y especial de llevar limosnas ocuparía sólo pocos días (Hechos 12:25), y se había desatado entonces en Jerusalén una furiosa persecución, por causa de la cual Jacobo, hermano de Juan, fué martirizado; Pedro estuvo en la cárcel, y Jacobo parece haber sido el único apóstol presente (Hechos 12:17). Era inútil, pues, mencionar dicha visita, ya que él no pudo en tal ocasión recibir las instrucciones que los gálatas alegaban que él había recibido de la principal fuente de autoridad, los apóstoles.

22. no era conocido de vista—Tan lejos estaba yo de ser discípulo de los apóstoles, que aun era yo desconocido a las iglesias de Judea (salvo a la de Jerusalén, Hechos 9:26), las cuales fueron el escenario principal de los trabajos de ellos.

23. Solamente habían oído decirTradúzcase como el griego: “Solamente oían” noticias que les llegaban de tiempo en tiempo. [Conybeare y Howson]. Aquel que en otro tiempo nos perseguía—“nuestro perseguidor de antes” [Alford]. El apóstol era mejor conocido entre los cristianos por esta designación que por su nombre “Saulo”.

24. glorificaban a Dios en mí—“en mi caso”. Habiendo entendido el cambio completo que se había operado en el lobo de antes, quien ahora hace las veces de pastor, se gozaban en el hecho con acciones de gracias”. [Teodoreto] ¡Cuán diferente él da a entender a los gálatas, es el espíritu de ellos del vuestro!

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