Todos los que fueron predeterminados para la vida eterna, [3] por libre elección, misericordias especiales y providencia de Dios. (Witham) --- Algunos entienden esto como si fuera, predispuestos por su docilidad, a recibir la palabra de vida. Pero los Padres lo entienden por unanimidad literalmente de predestinación, que es definida por Santo Tomás de Aquino, serm. I. qu. 23. a. 1. "El carácter de Dios, por el cual se prepara, lo que él mismo hará, de acuerdo con su infalible presciencia.

"En otras palabras, es la manera en que Dios conduce a una criatura razonable a su propio destino, que es la vida eterna. En este misterio de la fe católica, que no se puede explicar claramente al entendimiento humano, porque es un misterio, hay Sin embargo, hay varios puntos, que sabemos con certeza. 1º. Aunque es cierto que este decreto del Todopoderoso es infalible y debe tener su efecto, sin embargo, está muy lejos de la blasfemia de los calvinistas, que pretenden que destruye la libertad -voluntad, y por lo tanto elimina todos los motivos de esfuerzo hacia las buenas obras.

2do. Porque es un punto de la fe católica, que este conocimiento previo del Todopoderoso de ninguna manera interfiere con la libertad del hombre, sino que lo deja todavía como un agente perfectamente libre y, por lo tanto, responsable de sus acciones. 3er. Asimismo, está decretado por el Concilio de Trento, que nadie puede saber con certeza que pertenece al número de los predestinados, sin una revelación especial a tal efecto. Estos son los puntos más esenciales, que nos interesa conocer de esta doctrina.

En cuanto a las consecuencias que se pueden extraer de estas posiciones, más valdría someter nuestros entendimientos a la obediencia de la fe, que enredarnos en un laberinto de errores abstrusos, muy alejados de nuestra comprensión. Ojalá esta línea de conducta sobria fuera seguida por muchos modernos, que en la actualidad hablan y escriben tanto sobre este tema, y ​​con tan poco propósito. Cuán excelentemente hace el gran genio de la Iglesia latina, S.

Agustín, di: Melius est dubitare de occultis, quam litigare de occultis! ¡Cuánto más sabio y mejor es confesar nuestra ignorancia sobre misterios, que discutir ociosamente sobre misterios! (lib. viii. de Gen. ad litt. cap. 5.)

[BIBLIOGRAFÍA]

Præordinati, griego: tetagmenoi, en el que San Juan Crisóstomo dice, griego: toutesti aphorismenoi, prædefiniti.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad