He aquí el Cordero de Dios. Juan el Bautista les hizo saber a los judíos quién era Jesús, mediante diversos testimonios. Primero, al decirles que él era el Cordero de Dios que quita el pecado, o los pecados del mundo, que vino para ser su Redentor y liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado; En segundo lugar, que era más grande que él y antes que él, aunque nació después de él; En tercer lugar, que Dios le había revelado que Jesús bautizaría en el Espíritu Santo; Cuarto, que vio al Espíritu que descendía sobre él del cielo y permanecía sobre él; Quinto, que era el Hijo de Dios, ver.

34. (Witham) --- Quien quita. Solo un ser como Cristo, en cuya persona se unieron las naturalezas divina y humana, podría efectivamente quitar los pecados del mundo. Como hombre, pudo sufrir; y como Dios, sus sufrimientos obtuvieron un valor igual a la expiación infinita requerida. (Haydock)

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