El hombre no vive solo de pan. Las palabras fueron dichas del maná. (Deuteronomio viii. 3.) El sentido en este lugar es que la vida del hombre puede ser sostenida por cualquier cosa, o de cualquier manera, como le plazca a Dios. (Witham) --- San Gregorio sobre este pasaje dice: si nuestro divino Redentor, cuando fue tentado por el diablo, respondió de una manera tan suave, cuando pudo haber enterrado al malvado tentador en el fondo del infierno, no fuera del hombre, cuando sufre algo de su prójimo, más para mejorarlo en su beneficio, que para resentirlo para su propia ruina. El hombre consta de alma y cuerpo; su cuerpo está sostenido por el pan, su alma por la palabra de Dios; de ahí el dicho, "Lex est cibus animæ". (Mat. Polus.)

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