No destruir la ley, etc. Es cierto que con la venida de Cristo cesarían una multitud de ceremonias y sacrificios y la circuncisión; pero los preceptos morales debían continuar y cumplirse con mayor perfección. (Witham) --- Para cumplir. Cumpliendo todas las figuras y profecías, y perfeccionando todo lo imperfecto. (Challoner) --- Nuestro Salvador habla de esta manera, para preparar la mente de los judíos para sus nuevas instrucciones.

Porque aunque no se mostraban muy solícitos en el cumplimiento de la ley, todavía estaban extremadamente celosos de que cualquier cambio exigiera una moralidad más perfecta. Nuestro Señor cumplió la ley de tres maneras diferentes: 1. Por su obediencia a los ritos prescritos; por eso dice: Nos incumbe cumplir toda justicia: ¿y quién me acusará de pecado? 2. Él observa la ley, no sólo por su propia observancia de ella, sino también al permitirnos cumplirla.

El deseo de la ley era hacer al hombre justo, pero se encontró demasiado débil; Cristo, pues, vino para justificar al hombre y cumplió la voluntad de la ley. 3. Cumplió la ley, reduciendo todos los preceptos de la ley antigua a una moral más estricta y poderosa. (San Juan Crisóstomo, hom. XVI.)

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