Pero ahora están libres de la ley de la muerte, por la cual muchos entienden de la ley de Moisés; así llamado, porque no podía por sí mismo dar la vida de la gracia, y ocasionó la muerte. Otros exponen estas palabras, libres de la ley de la muerte, es decir, de los pecados de los que antes eran culpables y que los hacían merecer la muerte eterna. (Witham)

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