Algunos dirán: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe, etc. Él refuta el mismo error, recordándoles que se puede mostrar que tiene fe, que es una virtud interior, sólo por las buenas obras, y que las buenas obras en el hombre también muestran su fe; lo cual no debe entenderse, como si las buenas obras fueran meras marcas, signos y efectos de la fe, como algunos pretenden, sino que las buenas obras deben concurrir con la fe para la salvación del hombre mediante un aumento en la gracia. (Witham)

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