Embajadores de cristo

2 Corintios 5:20 ; 2 Corintios 6:1

Por el lado de Dios, la obra de reconciliación está completa. Todo está hecho y está dispuesto a hacer posible el perdón y la justicia justificativa tan pronto como un alma arrepentida los pida. Él solo espera que hagamos una solicitud por nuestra parte en la expiación del Calvario. Por muchas que hayan sido nuestras ofensas, no nos son contadas, porque fueron contadas para Cristo. Dios quiere que esto se sepa, y por eso, de época en época, envía embajadores para anunciar estos términos e instar a los hombres a aceptarlos.

Dios no envía a nadie a suplicar a los hombres sin cooperar con ellos. Cuando la lluvia cae sobre una losa de roca, cae en vano. No seas roca, sino marga para la suave caída de la gracia de Dios. Que ninguno de nosotros seamos tropiezos por las inconsistencias de nuestro carácter, sino todos nosotros, peldaños y escaleras ascendentes para otras almas.

Las tres maravillosas series de paradojas en 2 Corintios 6:4 merecen una consideración cuidadosa. La primera serie enumera los sufrimientos de Pablo a favor del Evangelio; el segundo, su comportamiento bajo ellos; el tercero, el contraste entre apariencia y realidad, juzgados respectivamente por el tiempo y la eternidad. El estoico soporta los dolores de la vida con los labios apretados; el cristiano, con una sonrisa. Estemos siempre alegres, muchos enriquecedores y todo lo poseemos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad