los "dos testigos"

Apocalipsis 11:1

En esta breve nota no podemos indicar las diversas interpretaciones de este capítulo, pero hay ciertos grandes principios que subyacen en él, que son válidos para todas las épocas.

(1) Durante las edades más oscuras, se han levantado hombres para testificar contra la corrupción prevaleciente de su tiempo, y especialmente la corrupción de la Iglesia apóstata. Sus oponentes se han esforzado por silenciar su voz y ennegrecer su carácter, pero Dios siempre los ha reivindicado y les ha dado vida a la muerte. (2) Siempre que los enemigos de la verdad se han considerado triunfadores, ha habido un reavivamiento del testimonio del Evangelio.

Unos años antes de la aparición de Lutero, se acuñó una medalla para conmemorar la extinción de la llamada herejía. (3) El testimonio que sugiere la comparación con la visión de Zacarías se alimenta del corazón de Cristo. Él es la raíz del linaje de los mártires; Su Espíritu es el aliento de vida de sus testigos. A lo largo de los siglos, comúnmente llamados cristianos, aunque generalmente muy poco cristianos, ha habido una sucesión ininterrumpida de almas puras y nobles que han defendido a Jesucristo hasta la muerte. Atrevámonos a estar con ellos y con nuestro Señor, para que Él no se avergüence de nosotros en Su venida.

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