Introducción (1: 1-2)

'Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, para los santos que están en Éfeso y los fieles en Cristo Jesús'.

Como de costumbre, Pablo comienza indicando sus credenciales. Es un apóstol de Cristo Jesús. Cuando Jesús se estaba preparando para el futuro ministerio de sus seguidores, seleccionó de entre ellos a doce a quienes llamó apóstoles ( Lucas 6:13 ; ver también Mateo 10:2 ; Marco 3:13 ).

La palabra significa 'los enviados' y puede significar simplemente mensajeros debidamente designados, pero aquí tenía el sentido técnico de aquellos especialmente seleccionados por Cristo mismo para ser testigos oculares de Su vida y enseñanza, y de Su resurrección. Fue en este último sentido que Pablo también reclamó el Apostolado, al mismo nivel que los doce, como el Apóstol de los Gentiles, un estatus aceptado por Pedro y los otros Apóstoles ( Gálatas 2:7 ; 1 Corintios 9:1 ; 1 Corintios 9:5 ; 2 Corintios 12:11 ; 1 Tesalonicenses 2:6 ).

'Por la voluntad de Dios'. Pablo enfatiza que su Apostolado no fue hecho por el hombre, ni siquiera por su propia elección, sino directamente dentro de la voluntad de Dios. Fue Él quien lo había elegido y apartado desde su nacimiento para ser Apóstol ( Gálatas 1:15 ) como lo había hecho con el Siervo del Señor ( Isaías 49:1 ; Isaías 49:5 ) y Jeremías antes que él ( Jeremias 1:5 ).

'A los santos' (hagioi). Esto describe a todos aquellos que pertenecen a Cristo y son miembros de Su iglesia. Son 'santificados (hegiasmenoi) en Cristo' (1 Cor 1: 2; 1 Corintios 6:11 ; Hebreos 2:11 ; Hebreos 10:10 ; Hebreos 10:14 ) y por lo tanto 'santos' (santificados). Son específicamente 'apartados' (parte del significado de la palabra 'santificar') como Suyos, sellados y morados por Su Espíritu Santo, y separados para Su uso.

"Y los fieles en Cristo Jesús". Esto probablemente tiene la intención de expandir su saludo más allá de los Efesios a un círculo más amplio. (Existe evidencia que sugiere que esta carta tenía la intención de ser más que una simple carta local). Indica que, si bien la entrada a la bendición de Cristo es por fe, la evidencia de ello se encuentra en la fidelidad. Las palabras que siguen se dirigen a quienes lo siguen fielmente. Note el final 'en Cristo Jesús'. Es en Él, y solo en Él, donde se encuentra toda bendición, y solo Él puede mantenernos fieles.

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