El importante reconocimiento de que ningún requisito ritual puede considerarse necesario para la salvación ( Gálatas 2:3 ).

Lo que sigue puede parecer bastante técnico, pero de hecho es de gran importancia para nosotros hoy. Porque en él se estableció el principio de que nada debe exigirse de una persona para la salvación excepto la fe en Jesucristo, el Salvador crucificado y resucitado.

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