Mateo 6:25

En Mateo 6:25 tenemos un argumento en contra de dar lugar a las preocupaciones de este mundo, sobre la base de que son indignas de un ser inmortal como el hombre; y también una ilustración que conduce deliberadamente al ejercicio de la fe.

I. La pregunta ante el Señor no era si deberíamos estar tan ociosos como los pájaros, sino solo si deberíamos, como ellos, desechar los cuidados y confiar en nuestro Padre celestial. El trabajo es la suerte del hombre. Debe sembrar y cosechar. No podemos esperar el maná diario a menos que vayamos a recogerlo. El argumento no es contra el trabajo, sino contra el cuidado mundano; y este es el significado de esto: Dios se preocupa por los pajaritos; Él les da su alimento a su tiempo; y ellos, en lugar de una agobiante ansiedad, en su inconsciente gratitud están siempre cantando Su alabanza.

Ahora bien, este Dios es su Padre; sois los hijos del Altísimo; y si Él provee para los mismos pájaros, cuánto más cuidará el amor y la vigilancia de un Padre por cada uno de ustedes. Por tanto, sólo confía en Él y todo irá bien.

II. El Señor nos exhorta a buscar primero el reino de Dios y su justicia. Este es el meollo de todo el asunto. Lo que quiere decir es que no deben poner su corazón en el reino, las posesiones, de este mundo, sus riquezas y honores, y las indulgencias mimo y vanas demostraciones; ni deben afligir sus corazones con preocupaciones por estos, como hacen los gentiles, hundiéndose por ello en una degradación similar a ellos, sino que deben hacer que su principal objetivo sea obtener tesoros espirituales: mansedumbre, templanza, paciencia, fe, amor y todas las cosas justas y verdaderas, honestas, puras y hermosas, que son las verdaderas riquezas y los verdaderos honores del hombre, las únicas dignidades reconocidas en el reino de Dios.

Ahora, la forma de obtenerlos es a través de la fe en Dios y Su Cristo. Su gran esfuerzo, por lo tanto, debe ser creer que Dios reina y confiar en Él con la más leal e inquebrantable devoción. Esto es obviamente lo que se quiere decir aquí con buscar el reino de Dios. La justicia de Dios que aquí se quiere decir es la justicia de Su gobierno, Su toda santa y sabia administración, que debemos apreciar con una fe firme.

WC Smith, El Sermón del Monte, pág. 239.

Referencias: Mateo 6:25 . JC Jones, Estudios en San Mateo, pág. 146. Mateo 6:26 . Spurgeon, Mañana a mañana, pág. 26; AJ Griffith, Christian World Pulpit, vol. xv., pág. 140; JM Neale, Sermones para los niños, pág. 204. Mateo 6:26 . HJ Wilmot-Buxton, Waterside Mission Sermons, vol. yo., No. 16.

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