Porque si la mujer no se cubriera, que también se esquile; pero si es vergonzoso que una mujer se afeite o se raile, que se cubra.

Ver. 6. Para que una mujer sea rapada ] Nuestros Hic muliers no tienen vergüenza ahora. Si Enrique VI hubiera visto tales criaturas, habría gritado, como lo hizo una vez al ver los pechos desnudos: ¡Dios, demonios, señoras, en verdad tienen la culpa! (Hist. De Daniel)

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