Por lo cual también oramos siempre por ti, para que nuestro Dios te considere digno de este llamamiento, y cumpla todo el beneplácito de su bondad y la obra de la fe con poder:

Ver. 11. La obra de la fe con poder ] Sin el cual poder ni la bondad de Dios, ni el beneplácito de su bondad, es decir, su decreto de glorificarnos, ni la obra de la fe, podrían efectuarse.

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