Y cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentar lo que el Señor;

Ver. 22. Y cuando los días de su purificación ] Ella fue más santificada que contaminada por llevar a Cristo, sin embargo, no disputa con la ley, ni reclama inmunidad. Ahora bien, si ella era tan oficiosa en las ceremonias, ¿qué pasa con los principales deberes de la moralidad?

Según la ley ] Esta ley de purificación proclama nuestra inmundicia, cuyo mismo nacimiento contagia a la madre que nos dio a luz. No podía conversar con los hombres hasta el séptimo día, ni hasta el cuadragésimo día comparecer ante Dios en el santuario, ni entonces sin holocausto en acción de gracias y sin ofrenda por el pecado como expiación de un doble pecado, es decir, de la madre que concebido, y del hijo que fue concebido.

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