Mas a los contenciosos que no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia, la indignación y la ira,

Ver. 8. Pero a los que son contenciosos ] Que disputan y frustran las verdades más claras, escudriñando el cráneo del diablo en busca de argumentos carnales, como aquellos atenienses, Hechos 17:16,21 ; siendo refractario como Faraón, que no se sentó bajo el milagro, sino que envió a buscar a los magos. Y aunque la palabra devora todo lo que dicen, como hizo la vara de Moisés, endurecen su corazón, como Faraón, y resuelven maldecir como Balaam, todo lo que resulte de ello. Estos son los contenciosos, εξ εριθειας.

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