29-32 Las palabras sucias proceden de la corrupción del que las pronuncia, y corrompen las mentes y los modales de los que las escuchan: Los cristianos deben guardarse de todo ese discurso. Es deber de los cristianos procurar, con la bendición de Dios, hacer que las personas piensen seriamente, y alentar y advertir a los creyentes con su conversación. Sed bondadosos unos con otros. Esto establece el principio del amor en el corazón, y la expresión externa del mismo, en un comportamiento humilde y cortés. Observa cómo el perdón de Dios nos hace perdonar. Dios nos perdona, aunque no hayamos pecado contra él. Debemos perdonar, como él nos ha perdonado. Todas las mentiras y las comunicaciones corruptas, que suscitan malos deseos y lujurias, contristan al Espíritu de Dios. Las pasiones corrompidas de amargura, ira, enojo, clamor, maledicencia y malicia, contristan al Espíritu Santo. No provoquéis al santo y bendito Espíritu de Dios para que retire su presencia y sus bondadosas influencias. El cuerpo será redimido del poder de la tumba en el día de la resurrección. Dondequiera que ese bendito Espíritu habite como santificador, es la garantía de todas las alegrías y glorias de ese día de redención; y estaríamos deshechos, si Dios nos quitara su Espíritu Santo.

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