10-14 Al predicar el evangelio, el apóstol buscaba llevar a las personas a la obediencia, no de los hombres, sino de Dios. Pero Pablo no intentó alterar la doctrina de Cristo, ni para ganar su favor, ni para evitar su furia. En un asunto tan importante, no debemos temer el ceño de los hombres, ni buscar su favor, utilizando palabras de la sabiduría de los hombres. En cuanto a la forma en que recibió el Evangelio, lo recibió por revelación del Cielo. No fue llevado al cristianismo, como muchos, simplemente por la educación.

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