12-17  Una carga de aflicción puede hacer que las manos del cristiano cuelguen, y que sus rodillas se debiliten, para desanimarlo y desalentarlo; pero contra esto debe luchar, para poder correr mejor su carrera y curso espiritual. La fe y la paciencia permiten a los creyentes seguir la paz y la santidad, como un hombre sigue su vocación de manera constante, diligente y con placer. La paz con los hombres, de todas las sectas y partidos, será favorable a nuestra búsqueda de la santidad. Pero la paz y la santidad van juntas; no puede haber una paz correcta sin santidad. Donde las personas no tienen la verdadera gracia de Dios, la corrupción prevalecerá y brotará; cuídate de que ninguna lujuria no mortificada en el corazón, que parece estar muerta, brote para molestar y perturbar todo el cuerpo. Alejarse de Cristo es el fruto de preferir los deleites de la carne, a la bendición de Dios, y la herencia celestial, como hizo Esaú. Pero los pecadores no siempre tendrán pensamientos tan mezquinos de la bendición y la herencia divinas como los que tienen ahora. Concuerda con la disposición del hombre profano, desear la bendición, y sin embargo despreciar los medios por los cuales la bendición ha de ser obtenida. Pero Dios no separará los medios de la bendición, ni unirá la bendición con la satisfacción de los deseos del hombre. La misericordia y la bendición de Dios nunca fueron buscadas cuidadosamente y no fueron obtenidas.

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