23-38 La lista de Mateo de los antepasados ​​de Jesús mostró que Cristo era el hijo de Abraham, en quien todas las familias de la tierra son bendecidas y herederas del trono de David; pero Lucas muestra que Jesús era la Semilla de la mujer que debía romper la cabeza de la serpiente, y traza la línea hasta Adán, comenzando con Elí o Heli, el padre, no de José, sino de María. Los aparentes hombres han eliminado las aparentes diferencias entre los dos evangelistas en estas listas de nombres. Pero nuestra salvación no depende de que podamos resolver estas dificultades, ni la autoridad divina de los Evangelios está debilitada por ellos. La lista de nombres termina así: "¿Quién fue el hijo de Adán, el hijo de Dios?" es decir, la descendencia de Dios por creación. Cristo era tanto el hijo de Adán como el Hijo de Dios, para que él pudiera ser un Mediador apropiado entre Dios y los hijos de Adán, y pudiera traer a los hijos de Adán a ser, a través de él, los hijos de Dios. Toda carne, como descendiente del primer Adán, es como hierba y se marchita como la flor del campo; pero el que participa del Espíritu Santo de la vida del Segundo Adán, tiene esa felicidad eterna, que por el evangelio nos es predicada.

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