Somos hechos como la inmundicia del mundo, y el despojo de todas las cosas. Tales eran esos pobres infelices entre los paganos, que fueron tomados de la escoria del pueblo, para ser ofrecidos como sacrificios expiatorios a los dioses infernales. Fueron cargados de maldiciones, afrentas y ofensas, todo el camino hasta los altares; y cuando las cenizas de esos desdichados hombres fueron arrojadas al mar, estos mismos nombres se les dieron en la ceremonia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad