Lo que sigue parece ser una especie de posdata. Carguen a los ricos de este mundo: ricos en riquezas tan miserables como las que ofrece este mundo. No ser noble - ¡Oh, quién considera esto! No pensar mejor en sí mismos por su dinero, o cualquier cosa que pueda comprar. Ni confiar en riquezas inciertas, que pueden perder en una hora; ya sea para la felicidad o la defensa. Pero en el Dios vivo, todo lo demás es arcilla muerta.

Quien nos da - Como si nos los ofreciera en su mano. Todas las cosas, las que tenemos. Ricamente - Libremente, abundantemente. Disfrutar - Como su regalo, en él y para él. Cuando los usamos así, disfrutamos de todas las cosas. ¿Dónde más se toma en cuenta a los ricos, en todos los escritos apostólicos, salvo para denunciar los males y la venganza sobre ellos?

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