Cobrar a los ricos. - Pablo había atribuido el error de los falsos maestros - contra cuya obra e influencia había advertido tan fervientemente a Timoteo - a la codicia, al amor impío por el dinero; luego habló de esta infeliz codicia, esta codicia de ganancia, este deseo de ser rico , como la raíz de todos los males. De esta trampa fatal advirtió al “hombre de Dios” que huyera, invitándole a que se animase en el alto servicio al que estaba dedicado, y que no temiera todas las consecuencias, porque servía al Rey de reyes.

Pero en las congregaciones de Éfeso había muchos, por nacimiento o por otras circunstancias, ya ricos y poderosos, ya en posesión de oro y rango, en diversos grados. Antes de cerrar la carta al pastor principal, Timoteo, debe agregar una palabra de aliento y también de advertencia especial a estas. Sobre todas las cosas no se equivocaría en cuanto a su significado: el deseo de ser rico era una raíz segura del error y del mal, pero ser rico era una cosa muy diferente; esta clase estaba rodeada, de hecho, de peligros especiales, pero aun así, incluso " tan ricos" podrían servir fielmente a Dios. Así que, a su cargo, les ordena que no se despojen de sus riquezas, sino que las utilicen con sabiduría y generosidad.

En este mundo. - La palabra griega traducida "mundo" significa, en su sentido literal, edad, e incluye el período que se cierra con la segunda venida del Señor. Ahora, como St; Pablo acababa de hacer una referencia a la probable pronta venida del Señor en juicio durante la vida de Timoteo, las palabras “los ricos de este mundo” tienen un significado especial. Ciertamente, serán muy fugaces aquellas riquezas de las que sus poseedores estaban tan tontamente orgullosos [no seas altivo, insta San Pablo]; estas riquezas eran una posesión que siempre terminaba con la vida; posiblemente, recuerden, mucho antes.

Ni confíes en riquezas inciertas. - La traducción literal del griego aquí es más contundente: “ni confíes en la incertidumbre de las riquezas”. Incertidumbre - porque (1) la duración misma de la vida, incluso por un día, es incierta; y (2) los innumerables accidentes de la vida - en la guerra, por ejemplo, y el comercio - nos recuerdan perpetuamente la naturaleza cambiante de estas posesiones terrenales.

Sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. - La palabra griega traducida "vivo" no aparece en las autoridades más antiguas. Su eliminación del texto de ninguna manera altera el sentido del pasaje. Los ricos deben poner sus afectos y depositar su confianza, no en estas riquezas inciertas, sino en Dios, quien las otorga, quien también desea que Sus criaturas se complazcan en estos Sus dones, que nos han dado para que los disfrutemos.

Este es otro de los muchos dichos del anciano San Pablo, en el que insta al pueblo de Dios, que su bondadoso Maestro en el cielo no solo permite a los hombres placeres y gratificaciones razonables, sino que incluso Él mismo les proporciona abundantemente.

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