Antes bien, déjelo trabajar, no sea que la ociosidad lo lleve a robar de nuevo. Y quien haya pecado de cualquier tipo debe practicar con más celo la virtud opuesta. Para que tenga que dar ... Y así ya no sea más una carga y una molestia, sino una bendición para sus vecinos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad