1 Clemente

Porque los que hacen tales cosas son odiosos a Dios; y no sólo los que las hacen, sino también los que se complacen en los que las hacen.[147]

La Segunda Epístola del Papa Calixto

Y por eso las leyes no sólo de la Iglesia, sino del mundo, condenan a los que son culpables de este crimen; y no sólo los que realmente conspiran, sino también los que toman parte con ellos.[1]

La Primera Epístola del Papa Fabián

Tales personas, por tanto, deben ser guardadas en todo contra ellas, y no deben ser recibidas, porque, según el apóstol, no sólo son condenados los que hacen tales cosas, sino también los que consienten con los que las hacen.[ 8]

1 Clemente

Porque los que hacen tales cosas son odiosos a Dios; y no sólo los que las hacen, sino también los que se complacen en los que las hacen.[187]

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