Ireneo Contra las Herejías Libro III

es la señal de nuestra salvación, ya que fue el mismo Señor quien los salvó, porque ellos no podían ser salvados por su propio instrumento; y, por eso, cuando Pablo habla de la enfermedad humana, dice: "Porque sé que en mi carne no mora el bien"[388].

Ireneo Contra las Herejías Libro IV "querer está presente en él, pero no encuentra medios para realizar"[593]

Clemente de Alejandría Stromata Libro III

Quod si ii, qui sunt diversae sententiae, repugnantes, existiment Paulum verba sua dirigentem adversus Creatorem, dixisse ea, quae deinceps sequuntur: "Novi enim, quod non habitat in me, hoc est, in came mea, bonum;"[126]

Tertuliano de la Paciencia

lo cual soy totalmente indigno, siendo un hombre sin bondad;[2]

Tertuliano Sobre la Modestia "Porque así como habéis entregado vuestros miembros a la servil impureza ya la iniquidad, así también ahora hacedlos siervos de la justicia para la santidad". Pues aunque haya afirmado que "el bien no mora en su carne",[192]

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