21 Si nuestro corazón no lo condena, ya he explicado que esto no se refiere a los hipócritas ni a los groseros despreciadores de Dios. Por lo mucho que los reprobados puedan aprobar sus propias vidas, sin embargo, el Señor, como dice Salomón, pesa sus corazones. (Proverbios 16:2.) Este equilibrio de Dios, mediante el cual prueba a los hombres, es tal que nadie puede jactarse de que tiene un corazón limpio. El significado, entonces, de las palabras del Apóstol es que solo entonces llegamos con la confianza tranquila a la presencia de Dios, cuando traemos con nosotros el testimonio de un corazón consciente de lo que es correcto y honesto. Ese dicho de Pablo es cierto, que por fe, que se basa en la gracia de Cristo, se nos abre un acceso a Dios con confianza (Efesios 3:12) y también, que se nos da la paz por fe, para que nuestras conciencias puedan estar pacíficamente delante de Dios. (Romanos 5:1.) Pero no hay mucha diferencia entre estas oraciones; porque Paul muestra la causa de la confianza, pero John menciona solo una adición inseparable, que necesariamente se adhiere a ella, aunque no sea la causa.

Aquí, sin embargo, surge una mayor dificultad, que parece no dejar confianza en el mundo entero; porque ¿quién puede ser encontrado cuyo corazón lo reprenda en nada? A esto respondo, que los piadosos son reprendidos, para que al mismo tiempo puedan ser absueltos. Porque de hecho es necesario que se preocupen seriamente internamente por sus pecados, que el terror los lleve a la humildad y al odio de sí mismos; pero actualmente huyen al sacrificio de Cristo, donde tienen paz segura. Sin embargo, el Apóstol dice, en otro sentido, que no están condenados, porque por deficientes que puedan confesarse en muchas cosas, todavía se sienten aliviados por este testimonio de conciencia, que verdaderamente y de corazón temen a Dios y desean someterse a su justicia. Todos los que poseen este sentimiento piadoso y, al mismo tiempo, saben que todos sus esfuerzos, por mucho que no lleguen a la perfección, sin embargo, por favor, Dios, se dice que tienen un corazón tranquilo o pacífico, porque no hay una compulsión interna que perturbe Su tranquila alegría.

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