8 Y, sobre todo, elogia la caridad o el amor como lo primero, porque es el vínculo de la perfección. Y él dice que sea ferviente, intenso o vehemente, que es lo mismo; porque quien es inmoderadamente ferviente en amor propio, ama a los demás con frialdad. Y lo elogia por su fruto, porque entierra innumerables pecados, que nada es más deseable. Pero la oración está tomada de Salomón, cuyas palabras se encuentran en Proverbios 10:12,

"El odio descubre los reproches, pero el amor cubre una multitud de pecados".

Lo que quiso decir Salomón es lo suficientemente claro, ya que las dos cláusulas contienen cosas que están en contraste una con la otra. Como entonces dice en la primera cláusula que el odio es la causa por la cual los hombres se traducen y difaman unos a otros, y difunden lo que sea reprochable y deshonroso; Por lo tanto, se deduce que se atribuye un efecto contrario al amor, es decir, que los hombres que se aman, se perdonan amablemente y cortésmente; de ahí que, enterrando voluntariamente los vicios del otro, uno busca preservar el honor del otro. (47) Así, Pedro confirma su exhortación, que nada es más necesario que apreciar el amor mutuo. ¿Para quién hay que no tiene muchos defectos? Por lo tanto, todos necesitan perdón, y no hay nadie que no desee ser perdonado.

Este beneficio singular nos brinda el amor cuando existe entre nosotros, de modo que innumerables males están cubiertos en el olvido. Por otro lado, cuando se dan riendas sueltas al odio, los hombres por mordiscos y desgarros mutuos necesariamente deben consumirse unos a otros, como dice Paul (Gálatas 5:15).

Y debe notarse que Salomón no dice que solo unos pocos pecados están cubiertos, sino una multitud de pecados, según lo que Cristo declara, cuando nos pide que perdonemos a nuestros hermanos setenta veces siete (Mateo 18:22.) Pero mientras más pecados cubre el amor, más evidente es su utilidad para el bienestar de la humanidad.

Este es el significado claro de las palabras. Por lo tanto, parece cuán absurdos son los papistas, que buscan obtener de este pasaje sus propias satisfacciones, como si la limosna y otros deberes de caridad fueran una especie de compensación para Dios por borrar sus pecados. (48) Es suficiente señalar por cierto su gran ignorancia, ya que en un asunto tan claro sería superfluo agregar muchas palabras.

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