Dios anteriormente, etc. Este comienzo tiene el propósito de elogiar la doctrina enseñada por Cristo; porque muestra que no solo debemos recibirlo con reverencia, sino también estar satisfechos con él solo. Para que podamos entender esto más claramente, debemos observar el contraste entre cada una de las cláusulas. Primero, el Hijo de Dios se opone a los profetas; entonces nosotros a los padres; y, en tercer lugar, los diversos y múltiples modos de hablar que Dios había adoptado en cuanto a los padres, hasta la última revelación que nos trajo Cristo. Pero en esta diversidad, todavía nos presenta a un solo Dios, para que nadie pueda pensar que la Ley milita contra el Evangelio, o que el autor de uno no es el autor del otro. Por lo tanto, para que pueda comprender la importancia total de este pasaje, se le dará el siguiente arreglo:

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