8. El viento sopla donde quiere. No es que, estrictamente hablando, haya voluntad en el soplo, sino porque la agitación es libre, incierta y variable; porque el aire se transporta a veces en una dirección y a veces en otra. Cómo se aplica esto al caso en cuestión; porque si fluyera en un movimiento uniforme como el agua, sería menos milagroso.

Así es cada uno que nace del Espíritu. Cristo quiere decir que el movimiento y la operación del Espíritu de Dios no son menos perceptibles en la renovación del hombre que el movimiento del aire en esta vida terrenal y exterior, sino que su forma está oculta; y que, por lo tanto, somos desagradecidos y maliciosos, si no adoramos el poder inconcebible de Dios en la vida celestial, del cual contemplamos una exhibición tan impactante en este mundo, y si le atribuimos menos a él para restaurar la salvación de nuestra alma que en la defensa del marco corporal. La aplicación será algo más evidente, si gira la oración de esta manera: tal es el poder y la eficacia del Espíritu Santo en el hombre renovado

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