οὗτος ἦλθεν εἰς μαρτυρίαν … δι αὐτοῦ. “El mismo (o este hombre) vino para dar testimonio”, etc. “La misión de Juan se expone primero bajo su aspecto genérico: vino para dar testimonio; y luego su objeto específico (ἵνα μαρτ. περὶ τ. φ.) y su objeto final (ἵνα παντ. πιστ.) se definen coordinadamente”, Westcott. Juan no debía hacer una gran obra por su cuenta, sino señalar a otro.

Toda su experiencia, celo e influencia debían emplearse en dar testimonio de la Luz verdadera. Esto lo debía hacer “para que todos creyeran por medio de él”. Todo este Evangelio es una cita de testigos, pero el de Juan viene primero y es de suma importancia. A primera vista podría parecer que su misión había fracasado. Todos no creyeron. No; pero todos los que creyeron, hablando en general, creyeron por él. Los primeros discípulos ganados por Jesús fueron del entrenamiento de Juan; ya través de ellos la creencia se ha vuelto general.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento