No nos es lícito dar muerte a nadie. Porque los romanos, al parecer, habían privado a los judíos, como pueblo conquistado, del poder de la pena capital y la reclamaron para sí mismos. Este es el significado de las palabras. Véase Rupertus, S. Thomas, Jansen, Suarez y otros. Dirás que los judíos apedrearon a S. Esteban y derribaron de cabeza a S. Santiago. Pero esto no fue en el curso de la ley, sino en un tumulto popular.

Josefo (Ant. xx. 8, Apocalipsis 16 ) dice que Anás fue destituido de su cargo por el gobernador romano por haber mandado matar a Santiago, y ( Hechos 18 ) los judíos no se atrevieron a matar a Pablo, sino que lo entregaron al procónsul Galión.

Pero insistirás en que Pilato ya había dado libertad a los principales sacerdotes para juzgar y matarlo, cuando dijo: "Tomadlo vosotros y juzgadlo según vuestra ley". Respondo que podrían haberlo hecho, pero no estaban dispuestos a aceptar su oferta. Dijeron, por así decirlo, en sus mentes: Vosotros, los romanos nos habéis quitado por completo el poder de la espada. Por lo tanto, no deseamos ejercerlo en este caso particular.

O devuélvenos este poder absolutamente, o toma tu parte en el hecho. Esto lo dijeron como deseando que Jesús sufriera la muerte más ignominiosa, la de la crucifixión como persona sediciosa, y apuntando al poder real. Y querían trasladar de sí mismos a Pilato la impopularidad de su muerte. Porque temían ser apedreados por la gente que estaba a favor de Jesús, o ser asaltados por sus injurias.

Otros responden ( como S. Agustín y S. Cirilo, y Suárez después de ellos, par iii. Quæst. lxvii. art. 4), que no era lícito a los judíos darle muerte en la Pascua (siendo una fiesta solemne ), pero que era lícito en otros tiempos. Pero Ribera responde que era práctica especial de la secta de los fariseos no condenar a nadie a muerte (ver Josefo Ben-Gorion, Hist. Jud 4:6). Dijeron, pues, "No nos es lícito", bajo el manto de la religión. Porque muchos, y los primeros de los que apuntaban a la muerte de Cristo, eran fariseos. Y debido a que tenían autoridad con la gente, otros siguieron su ejemplo.

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