Tomadlo y juzgadlo conforme a vuestra ley. - Pilato les toma la palabra. Reclaman el derecho judicial; déjelos ejercitarlo. Su ley les dio poder para castigar, pero no el derecho a la pena capital. Si afirman que el asunto está totalmente dentro de su propio poder de juicio, entonces la sentencia también debe limitarse a su propio poder. Solo puede ejecutar una sentencia dictada por él mismo después de un juicio formal.

No nos es lícito dar muerte a nadie. - Sus palabras admiten que no poseían el poder de la vida y la muerte, mientras dan a entender que habían condenado a muerte a Jesús. Renuncian verbalmente al poder, pero en realidad lo reclaman y consideran al procurador como su verdugo. Los judíos habían perdido este poder desde el momento en que Arquelao fue depuesto, y Judea se convirtió en una provincia romana (A.

D. 6 o 7). El Talmud habla de la pérdida de este poder cuarenta años o más antes de la destrucción de Jerusalén. (Comp. Nota de Lightfoot aquí, y en Mateo 26:3 )

Sobre la lapidación de Stephen, que fue un acto ilegal, comp. Notas sobre Hechos 7:57 y siguientes.

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