Porque el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros, como está escrito. [ Isaías 52:5 ; Ezequiel 36:20-23 . Con su conducta los judíos habían cumplido las palabras de Isaías y el significado de Ezequiel. Los gentiles, juzgando por el principio de que un dios puede ser conocido por sus adoradores, en razón de los judíos, habían juzgado a Jehová de tal carácter que su juicio se convirtió en una blasfemia.

(Ver también Ezequiel 16:51-59 ) Así Pablo tomó del judío la confianza del favor divino, que tenía porque poseía la ley. Pero la ley no era la única confianza del judío, pues también tenía la circuncisión, y consideraba este rito como un sello o prueba concluyente de que pertenecía al pueblo de Dios, estando así separado por una distancia infinita de todos los demás pueblos.

Miraba con escarnio y desprecio a los incircuncisos, incluso usando el término como epíteto odioso ( Génesis 34:14 34:14 ; Éxodo 12:48 ; 1 Samuel 17:26 ; 2 Samuel 1:20 ; Isaías 52:1 ; Ezequiel 28:10 ) El apóstol, por lo tanto, dirige su fuego para desalojar al judío de esta fortaleza engañosa. Lo aleja de su esperanza y confianza en la circuncisión.]

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